Era un domingo 2 de julio de 1995 en el Cantón El Guabo en el seno de la familia Mora Serrano a eso de las 15h00 se reúnen los hermanos y sus cónyuges en la casa de sus temporalmente ausentes padres José Mora Quiñónez y Margarita Serrano, que se encontraban en los Estados Unidos, conforme llegaban buscaban su propia comodidad para sentarse, pasaban los minutos y se trajo a colación, sobre una gran decisión adoptada por sus padres, que, en la planificación de la lotización “José Mora Quiñónez” de más o menos seis hectáreas, había predestinado una proporción de lotes de terreno para sus hijos, doce en total, la primera gran satisfacción era que les tocaba lotes de terreno equitativo concentrados en un solo cuerpo, pero divididos por la avenida 3 de noviembre, se elucubraba de hacer un proyecto de vivienda única de largo alcance o que permanezca incólume para trascenderlo a sus hijos, se dibujaban muchas ideas y al mismo tiempo en cada uno de ellos existía la posición de renunciar a la individualización de los lotes y unirlos armando un solo cuerpo, donde ofrecía mejores posibilidades como para pensar en una gran área de corte comercial, zonificadas en parqueadero, juegos infantiles, etc., proseguían jugando con la gratuidad de la imaginación interponiéndose lo real y lo cercano de que tú eres profesional, de que tú fuiste rector de un colegio, en cambio tú tienes experiencia en docencia, de que tú tienes capacidad organizativa, de que tu laboras en la dirección de educación para que ayudes a orientar los tramites, fueron argumentos suficientes para que a unánime se decidieran a crear un centro educativo que beneficie a la comunidad guabeña y de una vez pre-primaria, primaria y secundaria, perennizando el nombre del benefactor seria Unidad Educativa “José Mora Quiñónez”. Y con el pensamiento de formar estudiantes en un buen sitial, con formación sabía y critica, con mente y postura siempre desafiante frente a los grandes avances científicos y tecnológicos que se dan en este mundo disparejo y en un país en el que hay mucho que hacer.
Sabiendo
que el reto es largo, no les falta el ímpetu, el objetivo de luchar es difícil
pero más reconocen que mantenerse en un buen sitial de
enseñanza-aprendizaje en una época donde
el comportamiento vivencial es exigente por la postura misma de la tecnología
moderna, es por cierto más difícil, vale evocar un pensamiento celebre de
Manuel Machado: “Fatigas, pero no tantas, que a fuerza de muchos golpes hasta
el hierro se quebranta”.
Proceden
de un tronco fértil, con ramas muy frondosas de cuyas sombras se cobijan: Tito,
Wilma, Blas, Ecuador, Abelino, Edita, Leonor, Raul, Alfonso, Herman, Vivian y
Darwin, promotores del proyecto, estimulados desde sus hogares, siempre
comprometiéndose en la noble misión de formar generaciones sabias y criticas
capaces de reconducir el futuro de nuestra patria.
El
día 2 de Julio de 1995 es una fecha pasada, fenece, para generar una nueva
fecha, la gratísima de fundación, el 24 de Octubre de 1995, que la
recordaremos, cada vez padres de familia, profesores y alumnos, página de
trascendencia histórica, de momentos inolvidables, siempre letras incrustadas
con fe de superación confortadas siempre con la ayuda y bendición de nuestro
hacedor supremo DIOS.